Versículo del día

“Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y te cortaré la cabeza, y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel. Y sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada y con lanza; porque de Jehová es la batalla, y él os entregará en nuestras manos.” ‭‭

1 Samuel‬ ‭17‬:‭46‬-‭47 RVR1960

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Cuando realmente conocemos y entendemos quién es nuestro Dios, no tememos ante ninguna circunstancia. Para conocerlo, nuestra comunión con Él, debe ser una prioridad.

David tenía tanta intimidad con Dios y lo conocía tanto, que aún sabía que todo lo que había vivido a su corta edad, lo había formado y preparado para poder enfrentar al gigante. De igual manera, reconocía que las batallas las peleaba el Señor y que la fuerza y victoria venían de Él.

“David respondió a Saúl: Tu siervo era pastor de las ovejas de su padre; y cuando venía un león, o un oso, y tomaba algún cordero de la manada, salía yo tras él, y lo hería, y lo libraba de su boca; y si se levantaba contra mí, yo le echaba mano de la quijada, y lo hería y lo mataba. Fuese león, fuese oso, tu siervo lo mataba; y este filisteo incircunciso será como uno de ellos, porque ha provocado al ejército del Dios viviente.”
‭‭1 Samuel‬ ‭17‬:‭34‬-‭36‬ RVR1960

Nuestro poder está en Dios. Todo lo que hacemos nos forma para Su propósito. No nos sintamos avergonzados de quienes somos en el Señor. Sintámonos orgullosos de nuestro trabajo como hijos De Dios. David nunca tuvo miedo del gigante porque sabía que Dios pelearía por él.
Cuando Dios está con nosotros no hay gigante que nos pueda derrotar y la gloria siempre es para Dios.

Oración:

Padre amado, a partir de este día queremos tener una mayor intimidad contigo, estudiar tu palabra y conocerte cada vez más para que el temor no nos gobierne, creyendo en que Tú poder se perfecciona en nuestra debilidad y que eres Tú, quien pelea nuestras batallas y nos sacas victoriosos. Ayúdanos para no renegar por las situaciones que pasamos, sabiendo que todas ellas forman nuestro carácter y nos preparan para cumplir con el propósito por el cual nos creaste. Te lo pedimos en el nombre de Jesús, amén y amén.

Autora: Cristina Roa

Servidora Iglesia Puerta del Cielo