Versículo del día:

"Ciertamente la plata tiene sus criaderos, y el oro, lugar donde se refina. El hierro se saca del polvo y de la piedra se funde el cobre. Los hombres ponen término a las tinieblas, lo examinan todo perfectamente, hasta las piedras que hay en oscuridad y en sombra de muerte".

Job 28:1 RVR1960

Job en este himno a la sabiduría nos recuerda el gran poder que dio Dios al hombre para descubrir lo secreto y escondido de la tierra. Existen minas de donde se saca la plata y lugares donde se refina el oro, el hierro se saca de la tierra, y las piedras, al fundirse, producen el cobre. Pero para que el hombre pueda hallarlos tiene que descender a los lugares más profundos para encontrar sus tesoros. Porque los tesoros no están a la vista de todos.

De la misma manera Dios nos ha dado la sabiduría, que es su palabra, para escudriñar lo profundo y escondido, para descubrir los tesoros que se encuentran en cada uno de nosotros. Tesoros maravillosos para quienes quieran hallarlos, pero se requiere diligencia, disciplina, dominio propio y mucho amor. Y cuando esa palabra se revela, "es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de dos filos; que penetra hasta dividir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y es poderosa para discernir los pensamientos y las intenciones del corazón". (Hebreos 4:12 RVR1960)

El hombre carnal no sabe lo que ella vale, ni la encuentra en este mundo. Entonces nos preguntamos ¿En qué lugar está su inteligencia? Porque el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.

Hoy el Señor nos invita a escudriñar su palabra, a esforzarnos y ser valientes hasta que descubramos la piedra preciosa que muchas veces se encuentra escondida en lo profundo de nuestro ser. La gente tiende a juzgar o dar valor a los demás por su apariencia exterior. Pero Dios tiene la extraordinaria capacidad de ver lo que hay dentro de una persona. Dios conoce el tesoro que escondes, porque Él "mira nuestro corazón".

Oración:

Señor gracias por tu palabra, que nos revela los tesoros escondidos que nos dan valor. Gracias por tu propósito en nuestra vida. Gracias porque, aunque a veces sentimos que no encajamos en este mundo, tu no miras lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero tu Señor miras el corazón. Gracias por refinarnos como el oro, porque al final seremos aprobados por ti. En el nombre poderoso de nuestro señor Jesús. Amén y amén

Autora: Tulia Rivera G.

Pastora Iglesia Puerta del Cielo