LA SABIDURÍA DE DIOS NOS INMUNIZA DE LA CRÍTICA

Versículo del día

“Tampoco apliques tu corazón a todas las cosas que se hablan, para que no oigas a tu siervo cuando dice mal de ti;”

ECLESIASTÉS 7:21 RVR1960

Esta enseñanza nos invita a reflexionar sobre la importancia de no dejarnos llevar por lo que otros dicen de nosotros. En la vida, es natural escuchar rumores o críticas, pero la verdadera sabiduría radica en no dejar que esas opiniones nos afecten pues lo que más debería importarnos es lo que piensa Dios acerca de nosotros. Como hijos de Dios debemos centrarnos en nuestro comportamiento y en nuestras acciones, en lugar de obsesionarnos con lo que los demás piensan o dicen. En un mundo donde las opiniones pueden ser muchas y variadas, es fundamental recordar que nuestra valía no depende de la percepción ajena sino de vivir conforme a la voluntad de Dios y lo que dice su palabra. También como seres humanos somos frágiles: todos cometemos errores y hablamos sin pensar. Practicar la comprensión y el perdón puede ayudarnos a vivir en paz y a moldear nuestro carácter para poder llegar a la estatura de Cristo, siendo testimonios su misericordia y amor. Así que, en lugar de alimentar la preocupación por las habladurías, enfoquémonos en ser mejores personas cada día, alumbrando y sazonando la vidas de quienes nos rodean, siendo multiplicadores del reino de Dios en la tierra. En medio de la batalla mental y antes las palabras hirientes de otros recordemos las palabras de nuestro Señor Jesús en MATEO 7:1-2 RVR1960:

“No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido.”

Esto recuerda la importancia de no enfocarnos en lo que otros dicen o piensan de nosotros, y tampoco de juzgarles apresuradamente. Nuestra identidad en Cristo nos animara a poner la otra mejilla y hacer conscientes de nuestras propias acciones y actitudes, promoviendo un espíritu de comprensión y compasión.

Oremos:

Padre amado para ti sea toda la gloria honra y alabanza porque tú solo no das el querer como el hacer por tu buen voluntad Señor gracias porque tú no nos juzgas y nos ayudas a través de tu palabra a que nosotros tampoco lo hagamos, siendo mansos y Humildes como tú lo eres, dejando pasar la ofensa y mirándonos a nosotros mismos antes de emitir una palabra que no edifique y que no den un testimonio de nuestra identidad en ti. Señor queremos tener un espíritu de comprensión y compasión antes de aquellas palabras que nos hieren para que así mediante nuestra actitud acerquemos a Ti quienes aún no te conocen. En el nombre de Jesús amén.

Autora: Emely Leyva

Servidora Iglesia Puerta del Cielo