LA BIBLIA
La Biblia es el medio principal mediante el cual Dios nos habla y se manifiesta ante nosotros. La Biblia nos orienta hacia Jesús y nos da instrucciones para la vida. A través de la Biblia, estamos invitados a conectarnos con Dios y a construir una relación con Jesús día a día. La Biblia es un conjunto de 66 libros inspirados por el Espíritu santo de Dios, que sirven de guía para la vida de todo creyente. Esos libros fueron escritos por más de 40 personas a lo largo de cerca de 1500 años, pero todos cuentan la misma historia, no se contradicen, y tienen el mismo mensaje. Esto es así debido a que el verdadero autor de la Biblia es Dios.
¿CÓMO OBTUVIMOS NUESTRA BIBLIA?
Hay una breve versión de cómo obtuvimos la Biblia... y por qué. Esto se resume en una carta del apóstol Pablo exactamente antes de su ejecución
“la Escritura está inspirada por Dios y es útil para enseñar y reprender, para corregir y educar en una vida de rectitud." (2 Timoteo 3.16, VP).
Pablo estaba hablando de las Escrituras judías, las cuales los Cristianos llamamos Antiguo Testamento; el Nuevo Testamento aún no se había terminado en esa época. Sin embargo, las palabras de Pablo se aplican igualmente a los veintisiete libros del Nuevo Testamento, los cuales giran alrededor de la vida y las enseñanzas del Hijo de Dios.
La manera exacta en que Dios "inspiró" a los muchos escritores bíblicos es un misterio fascinante y una fuente de debates a veces acalorados. Pero debemos tener muy claro por Fe que la biblia es la revelación de Dios para sus hijos. concuerdan en un punto sólido como la roca: Él Señor guio de principio a fin el largo proceso de más de 1600 años . Personalmente se aseguró que los humanos captarán el mensaje que Él quería dar.
Es probable que en el principio las historias acerca de Dios se transmitieran verbalmente antes que fueran grabadas en bloques de barro o inscritas en pieles curtidas de cordero. En la antigüedad tanto aldeanos como pastores admiraban a narradores que, con amena facilidad y evocadora armonía, preservaron y transmitieron la tradición y la historia de la comunidad. Los oyentes llegaban a conocer las historias, y típicamente se negaban a permitir que los narradores se saltaran o añadieran material; algo muy parecido a cómo hoy día los niños vigilan y supervisan las historias familiares que sus padres les leen.
COMIENZA LA ESCRITURA
Nadie sabe cuándo el primer hebreo escribió en pergamino o grabó en barro. Moisés es la primera persona que la Biblia identifica como escritor. Quizás allá por el 1400 A.C. él escribió inspirado por Él Espíritu Santo, la historia de la creación de todas las cosas, la historia de los hombres y las muchas leyes escritas en los libros de Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio. Pero cientos de años antes de Moisés, ABRAHAM el padre de la nación judía pudo haber escrito las dramáticas historias acerca de su vida que se conservan en el Génesis. Él llegó de la región del Golfo Pérsico donde la escritura tenía por lo menos mil años de antigüedad.
Casi todo el resto del Antiguo Testamento historias, poemas, cánticos, genealogías, perlas de sabiduría, profecías, y todos los demás géneros de tradición hebrea quizás se transmitió de manera oral hasta que escribas lo recopilaron y escribieron. Es posible que la escritura comenzará en serio después que Israel se estableciera como una nación poderosa, durante los reinados de David y Salomón, más o menos en el año 1000 A.C.
Moisés escribió el pentateuco que son los 5 primeros libros de la biblia y los demás libros están claramente identificados muchos profetas escribieron los libros que llevan sus nombres.
Los libros de la Biblia están agrupados según su género (libros históricos, cartas apostólicas, etc.). Las dos secciones principales en las que se divide la Biblia son el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento.
La realidad es que los dos Testamentos se relacionan entre sí. El Antiguo Testamento, que contiene 39 libros y se conoce entre los judíos como el Tanakh, narra el origen de la humanidad y su historia antes de que Jesús naciera. En el Antiguo Testamento encontramos profecías específicas respecto al pueblo de Israel y a Jesús.
Los libros del Antiguo Testamento se clasifican en 4 grupos: el Pentateuco (de Génesis a Deuteronomio), los libros históricos ( de Josué a Ester), los libros de sabiduría y poesía (de Job a Cantar de los Cantares) y los libros proféticos (de Isaías a Malaquías).
El Nuevo Testamento (27 libros ) Habla sobre el cumplimiento de la mayor profecía del Antiguo Testamento: el nacimiento de Jesús y el nacimiento de la Iglesia cristiana, terminando con profecías sobre el fin de los tiempos.
El Nuevo Testamento se divide en cuatro secciones: los Evangelios (Mateo, Marcos, Lucas y Juan), el libro histórico de los Hechos de los Apóstoles, las Cartas Apostólicas (de Romanos a Judas) y un libro profético sobre el fin de los tiempos, Apocalipsis.
La Biblia contiene muchos detalles históricos, muchos de los cuales han sido confirmados por otras fuentes históricas o descubrimientos arqueológicos. Los registros bíblicos son confiables. ¡Además, muchos hechos históricos fueron profetizados mucho antes de que ocurrieran! Cientos de profecías en todo el Antiguo Testamento se cumplieron en el nacimiento, la vida, la muerte y la resurrección de Jesús. Por ejemplo, en Miqueas 5: 2 leemos acerca de Belén como el lugar de nacimiento de un gobernante «cuya venida es de la antigüedad», que encaja perfectamente con Jesús como el Dios eterno que nació como un bebé humano en Belén. Él sería el Hijo de David, y de hecho su madre María y su hombre José eran «de la casa de David» (Lucas 1:27). Y hay muchas más profecías, no solo sobre Jesús sino también sobre otros hechos históricos. Esta es una evidencia muy clara de que la Biblia es la Palabra de Dios, ya que los autores humanos nunca podrían haber previsto estos detalles siglos antes. Solo podrían ser escritos por un Autor que supiera lo que sucedería.
LA PALABRA DE DIOS ES PODEROSA
La Biblia no es solo un libro. No es una fuerza aleatoria, sino que Dios la usa a propósito:
“así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.” (Isaías 55:11).
Muchos cristianos ya han experimentado esto. La Biblia es de importancia vital porque nos confronta con nuestros pecados, nos señala a Jesús, enseña y alienta, es alimento para el alma (Mateo 4: 4). Innumerables vidas ya han sido transformadas por el poder sobrenatural de la Palabra de Dios.