EL CAMINO HACIA EL PERDÓN

Versículo del día

“JAH, si mirares a los pecados, ¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse?”

Salmos 130:3 RVR1960

Este salmo fue probablemente escrito en un tiempo de crisis, reflejando el dolor y la angustia del pueblo de Israel. Puede haber sido en un contexto de cautiverio, donde la desesperación por el pecado y la necesidad de redención eran palpables. Este salmo también es un recordatorio de que, sin importar la profundidad del sufrimiento, siempre hay un camino hacia la reconciliación con Dios, lo que nos invita a ser honestos en nuestro lamento como el salmista, reconociendo la necesidad del perdón, al confiar en la gracia divina del Señor. La salvación de Cristo es para todos, pero sin arrepentimiento y reconocimiento de nuestros pecados, no podemos ser perdonados y reconciliados con Dios. Debemos ser humildes y conscientes de que todos cometemos errores. Por esta razón debemos orar y pedir perdón a Dios, quien nos ayudará en este proceso de cambio y crecimiento.
Al contemplar la profundidad de nuestros errores, es natural sentir un peso sobre nuestros corazones. Sin embargo, en lugar de dejarnos abrumar, podemos ver esto como una invitación a crecer espiritualmente en nuestro carácter. Reconocer nuestras faltas no es un signo de debilidad, sino de valentía y humildad. Cuando nos acercamos a Dios con un corazón sincero, encontramos la esperanza y el perdón que tanto necesitamos
Para purificar nuestro corazón, teniendo un espacio para el verdadero arrepentimiento, que es donde realmente comienza nuestra transformación en Cristo Jesús.

Oración:

Padre amado para ti sea toda la gloria honra y alabanza porque tú eres grande en misericordia y nos ha redimido de la maldición del pecado a través del sacrificio de tu maravilloso Hijo en la cruz del Calvario. Por esta razón te damos las gracias Señor porque en Cristo Jesús hay perdón y es digno de ser reverenciado pues en él esperan nuestras almas y no serán avergonzadas. Señor te pedimos perdón por todo aquello que te desagrada y nos aparta de ti . Queremos perdonar como tu lo haces Señor, teniendo hambre y sed de tu palabra para que nuestra alma sean fieles y obedientes a ti, más que los centinelas de la mañana, estando vigilantes orando en todo tiempo para que sea revelado lo que contamina nuestro corazón pues sin santidad nadie podrá verte. En el nombre poderoso de Jesús.

Autora: Emely Leyva

Servidora Iglesia Puerta del Cielo