Versículo del día

‭‭“Y acontecía que habiendo pasado en turno los días del convite, Job enviaba y los santificaba, y se levantaba de mañana y ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque decía Job: Quizá habrán pecado mis hijos, y habrán blasfemado contra Dios en sus corazones. De esta manera hacía todos los días.”

Job 1:5 RVR1960

Todo buen padre o madre alrededor del mundo quiere lo mejor para sus hijos, y mucho más un padre o madre que ama a Dios y ha confiado su vida en sus manos. Porque un padre que cree en Jesucristo como su Señor y Salvador va a querer lo mismo para su hijo, que él también pueda gozar de los beneficios que tiene creer en el Padre y confiar su vida en sus manos.
Job quería esto mismo para sus hijos, él sabía que si pecaban tendrían consecuencias, que debían arrepentirse pero Job no instruía a sus hijos para que buscaran a Dios por sus propios medios y por decisión propia sino que él daba holocausto en lugar de sus hijos en el tabernáculo para que los pecados de sus hijos fueran perdonados.

Aunque nosotros amemos mucho a una persona y queramos lo mejor para su vida, buscar a Dios es una decisión que solo le corresponde a ella. Nadie puede obligarnos a buscar al Padre y aunque erróneamente muchas personas piensan que por orar por otros pueden ayudarles a ser salvos, esto no es posible, solo podemos interceder para que Dios tenga misericordia de ellos y toque sus corazones, como padres se puede orar por el corazón de sus hijos y como hijos también para que los padres conozcan a Dios.
Porque el libre albedrío que Dios nos ha dado lo ponemos en práctica cuando tomamos la decisión por nosotros mismos de creer en el Señor o no, por eso debemos pedir discernimiento al Espíritu Santo en todo momento para que podamos vivir entregados a Dios y para que podamos creer en su palabra y sus promesas.

Oración:

Señor Jesús te damos gracias por este maravilloso día que tú nos regalas, por todas tus bendiciones, tu amor y misericordia, perdona nuestros pecados y ofensas, ayúdanos a honrarte, a alabarte, a llevar tu palabra a quienes te necesitan, que podamos ser verdaderos hijos tuyos, hacedores de tu palabra y que te sigamos con todo nuestro corazón, que podamos interceder por quienes te necesitan y que demos testimonio de tu palabra, de quien eres tú y de tu infinito amor por todos nosotros. Nos entregamos en tus manos y confiamos nuestras vidas a ti, en el poderoso Nombre de Nuestro Señor Jesucristo, amén

Autora: Daniela Diaz

Servidora Iglesia Puerta del Cielo