EJERCITEMOS LOS SENTIDOS ESPIRITUALES
Versículo del día
“11 Acerca de esto tenemos mucho que decir, y difícil de explicar, por cuanto os habéis hecho tardos para oír. 12 Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido. 13 Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño; 14 pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.”
Hebreos 5:11-14 RVR1960
En esta mañana nos vamos a enfocar en el versículo 14, donde nos enseñan que para alcanzar la madurez espiritual necesitamos ejercitar los sentidos por el uso del discernimiento del bien y del mal.
El primer sentido que se menciona es la escucha. ¿Cómo podemos madurar la escucha espiritual? Escuchando la palabra, a nuestros pastores, mentores, líderes y padres. Cuando estemos en intimidad con Dios, escuchémoslo más a Él y hablemos menos nosotros.
Después nos hablan del gusto. Debemos saborear alimento sólido. Ir mas profundo en la palabra pidiéndole al Espíritu Santo dirección y entendimiento.
Para desarrollar los sentidos espirituales necesitamos persistencia y esfuerzo. Si persisto pero no me esfuerzo no voy a avanzar. Es como ir a un gimnasio y levantar el mismo peso por años. Al igual si me esfuerzo pero no persisto, es como hacer dieta y ejercicio 2 días y al no ver resultados, parar. Así no vamos a lograr nada. Al decir que necesitamos persistir y esforzarnos, hablamos de nunca parar de leer la palabra e incomodar nuestra carne a través del ayuno; cambiando el alimento físico por el alimento espiritual, la oración, alabanza, el despertamos en las madrugadas a interceder, entre otros. Adicional a esto, mostramos madurez cuando obedecemos la palabra. No solo es escucharla, sino ponerla por obra. Si la palabra nos dice que perdonemos, debemos perdonar. Si nos pide que amemos, debemos amar.
Esforcémonos por escudriñar la palabra y conocer lo que es bueno y malo para así empezar a tener discernimiento del bien y del mal. Aquí, nuestro mejor amigo, es el Espíritu Santo.
Oración:
Padre amado, pon en nosotros tanto el querer como el hacer por tu buena voluntad, esforzarnos cada día más por conocer tu palabra y de esa manera despertar nuestros sentidos espirituales.
Queremos ser esforzados y valientes y no dejar de persistir en buscarte y desarrollar el discernimiento del bien y del mal por medio de tu sabiduría. Te lo pedimos en el nombre de Jesús, amén y amén.
Autora: Cristina Roa
Servidora Iglesia Puerta del Cielo