Versículo del día

"Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra."
Salmos 46:10 RVR1960

Este Salmo nos enseña acerca de los beneficios de esperar y confiar en las promesas de Dios, al basar nuestra esperanza en la verdad de su palabra y no en nuestros propios deseos.
En este salmo Dios mismo habla y nos llama a estar quietos y en silencio para que podamos escuchar su voz, acallando nuestra mente para que Él pueda revelarse a nosotros y obrar según su propósito en nuestra vida.
Debemos entender que sin importar las circunstancias que estemos atravesando Dios tiene El control. No podemos pretender conocer a Dios si estamos corriendo de aquí para allá, con miles de compromisos y ocupaciones que nos jalan en diferentes direcciones. Por esta razón debemos buscar todos los días la Presencia de Dios nuestro lugar de quietud, donde sabemos quién es Dios, no solo intelectualmente, sino en nuestro corazón. Solo en Dios tendremos la paz que sobrepasa todo entendimiento, y nos hará confiar que Su voluntad es buena, y que Su poder puede llevar a cabo la obra que Él desea para nuestra vida. Por lo tanto, podemos calmarnos, dejar de luchar, y descansar en Él, nuestro Dios que es el creador y sustentador del universo, y su gloria se manifiesta en todo lo que nos rodea.
Debemos recordar que nuestra vida tiene un propósito más allá de lo material, y que nuestra principal tarea es glorificar a Dios en todo lo que hacemos al ponerlo como prioridad en cada área, porque de Todo el es Soberano y tiene el control.

"No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia."

Isaías 41:10 RVR1960

Oración:

Padre amado para ti sea toda la gloria y poder. Señor gracias por ser nuestro Padre amoroso y por cuidarnos. Nos conoces y nos amas mucho más de lo que nosotros podríamos conocernos y amarnos. Por eso hoy te pedimos que tomes nuestros temores y preocupaciones, y reemplázalos con fe y confianza. Señor que busquemos tu presencia constante, nuestro lugar seguro donde permanecemos quietos y te conocemos a Ti nuestro poderoso Dios quien ¡Está con nosotros! ¡Es nuestro refugio, nuestra fortaleza y nuestra torre fuerte! Independientemente de lo que suceda, ¡jamás nos dejarás!. Señor perdónanos por intentar controlar cada aspecto de nuestras vidas. Perdónanos por no confiar en ti, por jugar a ser Dios. Danos la gracia y la fortaleza para «vaciarnos» delante de ti, para confiar y echar toda nuestra ansiedad y temores sobre ti, porque silo Tu tienes cuidado de nosotros. Padre nuestro, ¡ponemos nuestras vidas en tus manos y te alabamos! En el nombre de Cristo Jesús Amén.

Autora: Emely Leyva

Servidora Iglesia Puerta del Cielo