BUSCAR A DIOS EN TODO TIEMPO
Versículo del día:
"Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación, y de las palabras de mi clamor?"
Salmo 22:1 RVR1960
Este salmo es un lamento individual y también se considera profético por su anticipación del sufrimiento del Mesías. Este tipo de salmo se caracteriza por su expresión directa de dolor y la búsqueda de la intervención divina, seguida de una firme confianza en la redención prometida por Dios. Su estructura refleja un patrón común en los salmos de lamento, comenzando con una descripción vívida del sufrimiento y concluyendo con una alabanza a Dios por su fidelidad y justicia inmutables.
Este Salmos también contiene los profundos, sublimes y pesados sufrimientos de Cristo, al agonizar en medio de los terrores y dolores de la ira y su muerte en la Cruz, la cual sobrepasa todo pensamiento y comprensión humana, ya que cuando contemplamos la cruz vemos el amor de Dios pero también vemos la otra cara de la moneda y es que Dios odia y aborrece el pecado.
Este salmo nos proporciona un modelo para orar en tiempos de extrema necesidad y sufrimiento, como muchos otros salmos, expresa conmovedoramente la experiencia emocional común de las personas que se sienten solas y afligidas.
Nuestro Salvador que es totalmente Dios y totalmente humano, se identifica con nosotros en todos los sentidos, incluso en los momentos más débiles o cuando sentimos que Dios nos ha abandonado. A través de la identificación total de Cristo con nosotros, Él nos da Su propio ejemplo de cómo derramar nuestro corazón ante Dios. Jesús nos muestra que confiar en Dios significa hablar con Él en los momentos buenos y malos y que debemos confiar en Él especialmente en los peores momentos de la vida. Pese a los momentos de dolor y duda, no estamos desamparados y podemos hallar consuelo y fortaleza en nuestra relación con Dios y su palabra. El mensaje central de este salmo es de resistencia y esperanza, animandonos a mantener nuestra fe incluso en las circunstancias más adversas. Debemos mirar más allá de nuestras luchas actuales y reconocer la presencia constante y el apoyo de Dios como nuestro guía y protector, fortaleciendo nuestra confianza en su amor y justicia eterna.
Oración:
Padre amado para ti sea toda la gloria y alabanza. Señor te damos las gracias por tu gran amor al dar a tu único hijo para morir en la cruz para así limpiar el pecado del mundo que no separaba de ti, gracias Señor porque nunca nos has desamparado siempre has estado para nosotros en los momentos más difíciles mostrándonos tu inmensa misericordia, aún cuando no la hemos merecido. Señor Ayúdanos a tener un corazón limpio y dependiente a ti, para así poder acercarnos confiadamente, porque separados de ti nada podemos hacer. En el nombre de Jesús amén.
Autora: Emely Leyva
Servidora iglesia Puerta del Cielo